Más de la mitad del contenido que hoy se comparte, a través de la redes sociales - un 52% -, ya
se registra en los dispositivos móviles.
Internet, sin duda, es sinónimo de cambio, de desarrollo y
expansión en la era del conocimiento. Es
en definitiva, el eje de un nuevo paradigma. Básicamente, el crecimiento y
el desarrollo en esta etapa que nos toca presenciar, es genuinamente revolucionario. No en vano, en
un periodo promedio de 15 años, el crecimiento en la red ha sido literalmente
de más de 2.460 millones de usuarios, es decir; una tasa de crecimiento anual del
orden de 144 millones de personas, que se integran a la red, año tras año y una
de las razones que articula esta tendencia, ha sido el rol que han jugado, a
nivel global, las comunicaciones inalámbricas. De hecho, existen más de 7.000
millones de dispositivos en el mundo, y eso por si solo, hace que el mundo
esté técnicamente hiper-conectado.
En este contexto, uno de los beneficios más potentes que se
observan, en estas tendencias globales de conectividad, es que cerca del 95%
del total de información existente, está digitalizada y lo más relevante, es
que está disponible en la red.
En definitiva, la actual estructura de conectividad, se
resuelve gracias al estadio desarrollo tecnológico y al impacto que este ha
generado a nivel global.
Ahora, ¿esto es realmente positivo?, todo indica, sin tener
que profundizar en el análisis que sí, pero surgen dudas, en especial a través
de los medios de comunicación social, al sugerir muchas veces, tesis relativas
al eventual impacto negativo que se presume estaría generando a nivel
conductual en especial, en los segmentos etarios más jóvenes.
Fundamentalmente en relación al nivel de aislamiento que provocaría estar muchas horas tras el computador. Lo que no representa duda alguna, es que el actual estadio de desarrollo, ha generado una reelaboración tanto de las relaciones, como de los roles, no sólo de las personas, sino que también de las organizaciones, en particular por su integración respecto de los modelos de conectividad desarrollados para sus stakeholders, de la dirección de sus contenidos y comunicaciones para construir su reputación y de los modelos comerciales a implementar, pero de modo muy especial, de cómo se les sanciona socialmente, cuando sus conductas se riñen con la evaluación positiva del consenso público.
Fundamentalmente en relación al nivel de aislamiento que provocaría estar muchas horas tras el computador. Lo que no representa duda alguna, es que el actual estadio de desarrollo, ha generado una reelaboración tanto de las relaciones, como de los roles, no sólo de las personas, sino que también de las organizaciones, en particular por su integración respecto de los modelos de conectividad desarrollados para sus stakeholders, de la dirección de sus contenidos y comunicaciones para construir su reputación y de los modelos comerciales a implementar, pero de modo muy especial, de cómo se les sanciona socialmente, cuando sus conductas se riñen con la evaluación positiva del consenso público.
En una perspectiva cultural, política, económica y social, es
interesante revisar lo que los estudios están planteando, respecto del impacto
positivo en los patrones conductuales que se verían en el uso de internet por
las personas, en particular en lo
referido a que Internet no aísla a las personas, ni restringe su capacidad de
sociabilización, sino que muy por el contrario, acrecentaría estas
experiencias, pues estaría generando y potenciando atributos de reforzamiento, en ámbitos como,
la seguridad, liberta personal e influencia social.
Tal vez uno de las experiencias y aspectos más
trascendentales se derive de las redes sociales y su capacidad de simetrizar
relaciones y empoderar a sectores de un perfil alejado de los círculos de
poder. Las experiencias de grupos sociales enfrentados a escenarios políticos
desgastados y reñidos por buena parte de la sociedad es una experiencia de
masas irreductible, casos como las
revoluciones árabes contra gobiernos dictatoriales, USA y Europa en contra de
la crisis financiera, en Turquía y ahora último en Brasil, por el descontento
social que ha generado en diversos sectores sociales, no contar en muchas
regiones del país, con servicios y estructuras de salud fundamentales. En
particular, porque el país sí estuvo
dispuesto a financiar el alto coste de la infraestructura deportiva que demandó
la organización del Mundial de Fútbol.
En Chile, hay muchos casos, especialmente los corporativos, de connotación pública, que muestran el rol deliberativo y persuasivo que han adquirido los grupos organizados a través de las redes sociales y los alcances e impactos que logrado sus posiciones contra empresas y personas que se convirtieron en blanco de sus campañas.
En Chile, hay muchos casos, especialmente los corporativos, de connotación pública, que muestran el rol deliberativo y persuasivo que han adquirido los grupos organizados a través de las redes sociales y los alcances e impactos que logrado sus posiciones contra empresas y personas que se convirtieron en blanco de sus campañas.
A mediado de los años 90, hablar de bidireccionalidad
comunicacional, en plataformas como Medios de Comunicación de Masas, era una
metáfora, sólo los emisores tenían el poder y los grandes medios eran sinónimo
de poder.
Hoy la verticalidad de ese paradigma, se transformó y la comunicación en estos entornos se hizo horizontal, así los sectores sin voz, los menos ilustrados, los que hace menos de una década, no hubiesen podido hacer valer sus posiciones, hoy gracias al desarrollo de la tecnología y del mundo virtual han dado una dirección y un atajo a sus deliberaciones y objetivos de tribu.
En una perspectiva macro, la combinación de Internet y el desarrollo de aplicaciones para uso masivo en conjunto con el desarrollo de telefonía celular, han promovido una velocidad de cambio vertiginoso y han abierto puertas impensadas hace muy pocos años. Por ello, el desarrollo que viene deberá integrar estas variables, sobre todo la de un desarrollo inclusivo y la tecnología, en este nuevo escenario, se ha convertido en un valioso aliado de este irrefrenable cambio.
Hoy la verticalidad de ese paradigma, se transformó y la comunicación en estos entornos se hizo horizontal, así los sectores sin voz, los menos ilustrados, los que hace menos de una década, no hubiesen podido hacer valer sus posiciones, hoy gracias al desarrollo de la tecnología y del mundo virtual han dado una dirección y un atajo a sus deliberaciones y objetivos de tribu.
En una perspectiva macro, la combinación de Internet y el desarrollo de aplicaciones para uso masivo en conjunto con el desarrollo de telefonía celular, han promovido una velocidad de cambio vertiginoso y han abierto puertas impensadas hace muy pocos años. Por ello, el desarrollo que viene deberá integrar estas variables, sobre todo la de un desarrollo inclusivo y la tecnología, en este nuevo escenario, se ha convertido en un valioso aliado de este irrefrenable cambio.