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Magíster en Comunicación Social, Consultor en Comunicación, Crisis Corporativas y RSE. Socio de Global Business Comunicaciones, www.gbcom.cl, Santiago de Chile http://cl.linkedin.com/in/sergiov1

miércoles, 13 de noviembre de 2013

DEMOCRACIA, COMUNICACIÓN Y DESARROLLO HUMANO




Las democracias requieren mejorar sus procesos de información y lo relevante es que es posible hacerlo. De modo que, quienes votan a un candidato, puedan hacerlo desde la información, con los antecedentes más relevantes que permitan juzgar, sobre la base de la evaluación más objetiva posible, si hay consistencia en su discurso,  y si su comportamiento general y en el tiempo, es un genuino aval  de lo que plantea en su proyecto o programa como candidato o si por el contrario, no hay mucho que ofrecer y en consecuencia que esperar.

El principio, que sigue rigiendo, a muchos procesos eleccionarios contemporáneos, a nivel global, es el de conseguir la saturación del espacio público, rentabilizar la exposición pública previa a la candidatura, no importa desde donde proceda, si el candidato es un ex deportista, un actor, o un político de profesión, en general resulta irrelevante el campo desde dónde viene, y los atributos de valor que en él o ella se reconocen. Sin duda, que sea conocido públicamente, contribuye a que la recordación que existe sobre esa persona, se pueda convertir en un factor positivo, a la hora de elegir un candidato.

En general, y a pesar del terreno ganado por los medios digitales, en distintas campañas en el mundo, y de las prácticas y soportes consolidados utilizados para estos procesos,  el problema sigue siendo, que cuando las personas llegan a la urna y debe votar, su elección, o mejor dicho, las razones de porqué elige una opción por sobre otra, es en un amplio espectro, más por impresiones que por datos duros. De hecho,  si se encuestara en cualquier proceso eleccionario de cualquier latitud, el grado de conocimiento y las razones de porqué las personas apoyan a un candidato por sobre otro, se apreciaría lo superficial y mal resuelto  que está resultando informar adecuadamente a las personas para estos propósitos.

Estamos hablando de un terreno muy frágil, con un enorme espacio para construir mejoras. Más allá de qué pase en cada proceso eleccionario,  una democracia se fortalecerá, si es capaz de entregar herramientas que permitan a candidatos y electores, establecer un espacio de transferencia y de información con visibilidad, con input´s de valor, con información posible de parametrizar, de modo que las autoridades de cada país, puedan responsablemente aportar al proceso de informar a las audiencias y con ello, fortalecer el proceso y selección de candidatos.

La pregunta que surge es cómo hacerlo y qué se debe hacer. La respuesta, se compone de distintas acciones fundada en ejercicios a evaluar, tanto en su diseño como en su proceso de implementación. Creo que se debe establecer qué necesitamos saber de un candidato, como se sugirió establecer  información relativa a su experiencia, su formación, su conducta ética, su mirada sistémica de la sociedad, su mirada de futuro. Respecto de su programa de trabajo, y de sus compromisos declarados, en caso de ser un político con oficio, qué cumplió y qué no, qué porcentaje de sus promesas fueron cumplidas y qué porcentaje quedó sin empezar o concluir como había sido comprometido.

Pienso que el emisor de esta información es  la autoridad, Gobierno Central o Ejecutivo, pues ellos deben ser los garantes de que estas condiciones se cumplan. Por lo tanto, es fundamental evaluar  diseños de usabilidad y alternativas como un portal o web de cada gobierno, que disponga  y que permita saber quiénes se presentan, qué distrito o espacio es de su competencia jurisdiccional, qué declaran u ofertan respecto de su proyecto político, cómo es su historial  de cumplimiento y si sus atributos de valor para desarrollar el desafío propuesto se aprecian como factores que se riñen o permeabilizan el potencial cumplimiento de su apuesta programática.

En definitiva, es posible reducir las brechas de información y los criterios de valor a informar en los procesos eleccionarios, ello en definitiva, fortalecerá el proceso de elección de cada lugar donde este se ejerza, y empoderará, a los electores para escoger de un modo más informado, que es en definitiva, lo que se debiera esperar para estos procesos, en la era del conocimiento.


  ARRIENDOS DE CORTA ESTANCIA  El futuro es dinámico... Flexibilidad, adaptación al mercado, nuevo modelo de negocios, tecnología, plata...